¡Hola a todos y bienvenidos
a mi blog! Soy periodista y estudiante de Magisterio de Educación Primaria en
la Universidad de Alcalá de Henares, y en este espacio compartiré
con vosotros todas mis inquietudes sobre el ámbito educativo y sobre Psicología
de la Educación.
Para este primer post, me gustaría citar una frase del filosófo y orador romano Lucio Anneo Séneca, que dice así: "Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos ". En esta cita se define de forma muy concisa uno de los grandes dilemas a los que se enfrenta la educación actual: ¿es preferible memorizar y "vomitar" todo en un examen?, ¿o mejor aplicar la teoría a la práctica para poder acercarnos a la realidad presente y futura?
Ante estas cuestiones, existen diversas opiniones. Por un lado, las continuas reformas educativas de nuestro país se han centrado en intentar combatir el abismo que existe entre la formación que recibimos y la vida real o ámbito laboral, dando mayor importancia a los trabajos y las prácticas (Plan Bolonia).
Por otro lado, a pesar de estos cambios, el último informe de PISA 2014 sitúa el rendimiento de los escolares españoles muy por debajo de la media, y revela que los alumnos no saben plasmar lo que han aprendido en las aulas. Además, según el informe, los propios profesores reconocen que no están preparando bien a los estudiantes para afrontar los grandes retos del siglo XXI, lo que deriva en un alto porcentaje de fracaso escolar que ha ido creciendo durante estos años de crisis.
¿Cuál es el problema
entonces? En referencia a este tema, el catedrático de Derecho,
Francesc de Carreras, publicó un artículo en El País titulado "Tres problemas de la Universidad" en el que expone de forma crítica los fallos que tiene nuestro sistema educativo, en concreto, en la enseñanza superior.
Para Francesc de Carreras existen tres problemas fundamentales en
la Universidad: en primer lugar, un problema externo es la deficiente formación
que los estudiantes reciben en primaria y secundaria, propiciada por un modelo
pedagógico que rechaza la memoria como instrumento del saber, que sustituye los
exámenes por trabajos y que subestima las calificaciones. Esto provoca que los
alumnos lleguen a la Universidad con muchas carencias y falta de hábito de
estudio que difícilmente se puede remediar en esta etapa.
En segundo lugar, el articulista menciona los criterios de
selección del profesorado mediante el sistema de oposiciones. Y es que, hasta
2007, todos los docentes pasaban por unas pruebas y eran seleccionados por un
tribunal especialista en la materia. Sin embargo, la LOU ha sustituido la
oposición por la acreditación, que consiste en que un tribunal elegido por el
Ministerio de Educación elige a los candidatos sin pruebas objetivas y públicas.
Por último, Francesc de Carreras hace referencia al problema que supone que las democracias
internas determinen el pésimo rumbo de la enseñanza superior. Según el
catedrático, la forma de gobierno de la Universidad no es democrática sino corporativa, "nada que ver con la idea de democracia".
En conclusión, estoy de acuerdo con el autor en todo, pero añadiría un matiz
importante en referencia a la utilización de la memoria en la enseñanza. Creo que memorizar es algo esencial y que debemos ejercitar la memoria todos los días, ya que es una herramienta que utilizamos siempre y que nos caracteriza como seres humanos.
Sin embargo, también pienso que es importante entender lo
que estamos memorizando para poder desarrollarnos cognitivamente y
emocionalmente. De esta manera, podremos comprender el mundo y avanzar en este camino infinito de la enseñanza que todos recorremos a lo largo de nuestra vida.